¿Quién más se anima a entrar en el debate?
TODO EMPIEZA CONOCIÉNDONOS
¿Naciste o vives en Benalmádena? Y ¿hasta qué punto te sientes benalmadense?
Lo cierto es que tienes motivos para estar orgulloso, pues Benalmádena ofrece a
sus ciudadanos una calidad de vida fuera de lo común: un clima extraordinario,
una costa envidiable, un coqueto pueblo montañés, un centro urbano acogedor con
una gran oferta gastronómica, deportiva y de ocio, unos vecinos muy de echarse
a la calle y disfrutar de la vida…
Ahora
bien, si somos como somos y tenemos lo que tenemos es principalmente porque
estamos administrando una herencia patrimonial. Y, sin embargo, cabe preguntarse
si conocemos realmente nuestro patrimonio benalmadense. Conocerlo es el primer
paso para intentar protegerlo y preservarlo para nuestros hijos.
Por
ejemplo, ¿sabes quién fue Ibn Al-Baytar? ¿te suena el nombre de Félix Solesio?
¿conoces la Cueva del Toro? ¿se te ha ocurrido subir andando a la cumbre del
Calamorro? ¿has visitado el museo arqueológico? ¿cuál es el baile folclórico
típico? ¿cuántas torres vigía (almenaras) se encuentran enclavadas en el
municipio?... Como decía, conocer nuestro patrimonio es lo primero si realmente
deseamos conservarlo y enriquecerlo, pero también podríamos ir un poco más
allá: podríamos intentar explotarlo comercialmente, como una industria más.
En la
actualidad la tasa de paro en Benalmádena ronda el 20%. Ahora bien, la
ocupación varía enormemente del verano al invierno, dado que nuestra principal
industria es la turística relacionada con el sol y la playa. En julio y agosto
nos vemos invadidos por hordas de turistas, hasta el punto de multiplicar
nuestra población por diez; entonces se alivian mucho las cifras del paro,
gracias sobre todo a la hostelería y a la industria del ocio.
Es, por
tanto, un paro principalmente estacional el que sufre nuestro municipio y, dado
que agricultura e industria apenas tenemos, la principal manera de luchar
contra él es diversificando la oferta, en nuestro caso consiguiendo que nos
visiten también turistas fuera de la época estival. Para ello nos podemos valer
de nuestro patrimonio y enganchar a los visitantes con algo más que sol y playa,
por ejemplo:
·
rutas
arqueológicas que muestren los diferentes asentamientos en la zona:
paleolítico, fenicios, romanos, árabes, corsarios…
·
rutas
senderistas por nuestra sierra
·
rutas
de ocio, contando con las numerosas infraestructuras en este sentido (teleférico,
parque de atracciones, parque acuático…)
·
rutas
culturales, explotando lo contenido en los museos y, además, cultura viva
expresada en la música, la artesanía o la gastronomía
·
rutas
deportivas, buscando deportes que puedan practicarse todo el año, como el golf
o el submarinismo
Para
terminar quiero subrayar que todo pasa por conocer nuestro patrimonio, nuestra
herencia, por conocernos a nosotros mismos. A partir de ahí podremos entender
mejor nuestra realidad, podremos apreciar y disfrutar mejor nuestro entorno e,
incluso, podremos sacar partido económico. Es aquí donde se me ha visto el
plumero… no en vano soy el profesor de Economía del IES Cerro del Viento. Desde
aquí, os animo a conoceros mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario